Hola! Soy Susana Morello, desde hace más de 20 años que me dedico a las Terapias holísticas. Antes trabajaba en computación, labor que disfruté muchísimo, hasta que la vida me llevó, a lo que hoy le dedico todo mi corazón: la Bioenergía.
Cuando todavía estaba en la secundaria, fui a averiguar sobre la carrera de computador científico, pero me pareció abstracto y entre psicología y química,-siguiendo los consejos de una profesora- me puse a estudiar Bromatología (química de los alimentos) en Ciencias Exactas. Pero luego vinieron los preparativos del casamiento… Al mismo tiempo en la Droguería donde trabajaba, tomaron un test de aptitudes hacia la computación y ¡lo aprobé!
Me enviaron a estudiar y así empezó una carrera en la que trabajé muchos años: hasta que nacieron ¡Leandro y Nicolás!
Estaba en lo mejor de mi profesión, había aprendido bastante, ocupaba un lugar muy bueno, tanto profesional como económico. Me sentía “querida y necesaria” pero… no deseaba trabajar tantas horas y ahí vino el primer golpe al ego, seguía siendo querida pero no tan necesaria… Tuve que elegir. No dudé: mis hijos eran lo primero. Luego nació Leonel, a sus dos añitos (Lea y Nico tenían seis) pensé que podía volver a trabajar en lo mío, pero la vida dijo: ¡No a la computación!!
Ahora aparecía la psicología, ¡pero del alma! Había empezado a estudiar metafísica y, me atraía lo esotérico. Tuve encuentros con personas “especiales” que me traían mensajes y desaparecían, entre otros: “Lee la novela revelación”, un día tomamos un café y hablamos… Euge todavía lo estoy esperando. Pero le agradezco tanto, fue un motor que no se detuvo todavía…
Empezaba a tener mucha necesidad de trabajar con las manos; sin saberlo barría la fiebre a los chicos cuando nadie me miraba. Desde chica siempre me habían atraído las manos que hacen…
Empecé cursos de autoconocimiento, anatomía del alma (chacras), hasta que decidí darle forma al trabajo con las manos. Con la ayuda de Javier (mi marido) y mis hijos, fui al Círculo Azul y estudié Toque Terapéutico. Recuerdo las noches en la estación Carranza al final del curso, el tren que no venía y me preguntaba como estaría Javier con los chicos. Por su puesto de maravillas, pero no era fácil, había que organizarse bien.
Pero seguí y fui agregando otros cursos, Reiki, Magnetoterapía, Flores de Bach. Así empecé y no paré más. Seguí incorporando conocimientos, pero lo más importante: traté de aplicar eso que había teorizado tanto: la compasión.
Sentí luego la necesidad de que las personas pudieran aplicarse a sí mismas la energía y empecé en la Buena Tierra el profesorado de Chi Kung. Calendario Maya me llamó desde el Cerro Uritorco y Tarot Egipcio me vino a buscar desde la Biblioteca de Olivos.
Los cursos de Metafísica aparecieron junto con la necesidad de imponer las manos. ¡Cuantos años! ¡Qué maravilla, tanta gente, tanto amor!
Estudié Registros Akáshicos, Hipnosis, Regresión a vidas pasadas, pero no los apliqué todavía… Hay ciertas sombras que necesitan aclararse, no sé, el Universo lo dirá…
Ahora (2009) estoy cursando Kirlian con Susana T, ella fue la que me sugirió que contara algo sobre mí. ¡Gracias Su!
Hace unos años incorpore Péndulo Hebreo, especialmente en los tratamientos a distancia.
Bueno además de agradecerle a todos mis maestros terrenales, -los otros, los del Cielo, lo tienen desde la eternidad, -quiero darles las gracias a todos los que día a día, me confían un pedacito de sus vidas… con seguridad no voy a fallarles, pues mi entrega es desde el alma, lugar donde siempre nos encontramos y en donde nunca entra el error.